Entre las buenas prácticas para el desarrollo de un programa de becarios, una de las más importantes es asignar un tutor encargado de apoyar a los practicantes durante su estancia en la empresa. El tutor es el encargado de guiar y supervisar el desempeño de los becarios; pero también es importante que sepa cómo acompañarlos en su proceso de aprendizaje, para ayudarles a identificar sus áreas de oportunidad, explotar sus habilidades al máximo y alcanzar sus metas.
Esto es lo que se conoce como ‘coaching’, y aquí te diremos cómo implementarlo en tu empresa para tener líderes comprometidos con el desarrollo profesional del talento joven de tu programa de becarios.
La palabra coaching proviene del húngaro “kocsi” que significaba “carruaje”, un término que pasó a otras variantes como kutsche (alemán) o coach (inglés), hasta llegar al español como “coche”. De esta manera, el término remite a la idea de viaje, que hoy en día sirve para ilustrar el proceso del coaching, en donde el coach (facilitador) es el encargado de guiar al coachee (cliente) por un camino que parte de su estado inmediato hacia otro en el que desea estar.
El coaching es una tendencia que va al alza en el sector empresarial como una herramienta para mejorar el liderazgo en las empresas altamente competitivas. Esto es un punto muy importante, pues, según un reciente estudio realizado por Computrabajo, el 43% de los trabajadores han renunciado a su trabajo debido a un mal líder y a una pésima cultura laboral; ya que la falta de empatía y apoyo para su desarrollo profesional los motivó a buscar otras oportunidades.
Estos datos demuestran que un líder no solo debe saber dirigir, sino motivar y nutrir el desarrollo de cada integrante de su equipo. A diferencia del liderazgo u otro tipo de disciplinas, el coaching se distingue por ser “no directivo” y parte de la idea de que el coachee tiene los recursos para lograr su objetivo o bien, la capacidad de desarrollarlos, pero debe descubrir cómo hacerlo por sí mismo.
En un programa de becarios, el coaching es fundamental para brindar apoyo a los practicantes, pues éstos se encuentran en una etapa de transición entre la universidad y el entorno laboral, en donde comenzarán a desarrollar habilidades clave para su futuro profesional.
Por ello, los becarios no solo necesitan un líder que los dirija para cumplir con los objetivos establecidos por el programa de la empresa, sino un guía que los aliente a descubrir sus fortalezas y lograr sus metas personales.
El coaching es un proceso conversacional en donde se exploran las creencias y las pautas que rigen el sistema de vida de una persona, a fin de reconocer cómo éstas inciden en su situación actual y buscando provocar un quiebre para generar un cambio. Algunas de sus características principales son:
El coach debe ser capaz de detectar las áreas de dificultad de las personas y ayudarles a superar las barreras que limitan su crecimiento personal o profesional.
Su rol es realizar preguntas y ofrecer interpretaciones que desafíen los modelos mentales y emocionales que impiden al coacheado alcanzar sus objetivos. También debe acompañar y facilitar el desarrollo del potencial, mostrando otras posibilidades o rumbos distintos de acción, con las que la persona pueda descubrir nuevas maneras de abordar sus retos o dificultades.
Durante el proceso, el coachee debe tomar conciencia de dónde está y a dónde quiere llegar. Después de esto, el facilitador debe diseñar un conjunto de acciones y estrategias para que el coachee comience a implementar cambios internos y externos, y pueda mantenerlos en el tiempo.
Entonces, ¿cómo comenzar a implementar el coaching en tu programa de becarios? Aquí te compartimos algunas estrategias:
Las dinámicas en grupo pueden ayudar a los líderes a identificar las áreas de oportunidad de cada uno de los becarios, para luego darle el seguimiento adecuado a cada caso.
Este es el nombre de una dinámica que consiste en pedir a los participantes que digan tres fortalezas y tres puntos de mejora de otra persona. Con este juego, los líderes pueden observar la dinámica de convivencia que mantienen los becarios, así como la percepción que tienen unos de los otros.
El tutor o líder del programa de becarios debe aprovechar cada reunión con los practicantes para conocer la forma en que estos razonan y conciben diversas situaciones. Esto puede lograrse a través de preguntas poderosas, que estimulen el pensamiento del coachee y le ayuden a encontrar sus propias respuestas; por ejemplo: “¿Qué te gustaría lograr en esta situación?” o “¿Cómo te sientes respecto a esta decisión?”.
También el uso de metáforas y analogías puede facilitar el entendimiento y aprendizaje de cada joven, con el propósito de expandir su conciencia y ayudarle a reflexionar sobre su futuro.
La escucha activa implica prestar atención total a la persona que se está comunicando, comprender su situación y brindarle un feedback apropiado. Esto es algo vital para que el líder logre una mejor comunicación con los becarios, así como un mayor entendimiento de sus necesidades y sepa cómo apoyarlos.
El propósito de implementar el coaching en un programa de becarios debe ser el crecimiento personal y profesional de cada becario. El tutor asignado debe preocuparse realmente por diseñar un plan que ayude a cada joven a alcanzar el máximo de su potencial y lo motive a dar lo mejor de sí durante su experiencia en la empresa.
Actualmente, el coaching es una tendencia en crecimiento. De acuerdo con IPA Group, en 2023 más del 38% de las empresas implementarán el coaching digital, con el propósito de fortalecer a su equipo de trabajo a través del conocimiento y las herramientas digitales, en las áreas de desarrollo profesional, aumento del rendimiento laboral, aprendizaje de nuevas habilidades, etc.
Según las estadísticas, el poder del coaching en el liderazgo aporta otros beneficios como:
Líderes con inteligencia emocional, que logran gestionar mejor sus equipos de trabajo
Reducción de la rotación del personal en un 63%
Aumento de la productividad hasta en un 70%
Mejora del equilibrio personal y laboral en los colaboradores en un 61%
Por otra parte, según el Estudio Global de Concientización del Consumidor 2022 de la Federación Internacional de Coaching (ICF) y PricewaterhouseCoopers (PwC), tanto los millennials como la Gen Z están familiarizados con el coaching.
Además, el porcentaje que tomó alguna vez coaching declaró que tuvo un impacto positivo, pues contribuyó a mejorar aspectos de su vida personal y profesional, tales como:
Ahora que conoces todos los beneficios que el coaching puede aportar a las habilidades de los líderes de tu empresa, seguro que no dudarás en implementarlo en tu área de RR.HH. para mejorar los resultados de tu programa de becarios y reforzar tu compromiso con el futuro profesional de los jóvenes.
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